Ayer ha sido un día muy triste. El padre Eugenio ha dejado el Sabinar sin cura propia. Después de casi 2 años curando, Baranda es su nuevo destino. En esos últimos dos años don Eugenio ha ganado el cariño de todos sus fieles y menos fieles y en su ultimo misa ayer la gente del Sabinar lo demostraron. Era una celebración lleno de emociones y tristeza por la salida tan pronto del padre Eugenio. El Sabinar espera un invierno muy frió y sobre todo va a faltar el cachondeo y la alegría de don Eugenio. Por mi parte lo deseo todo lo mejor. La fotografía demuestra un cielo impactante concorde la perdida que han sufrido en El Sabinar
Triste atardecer en el Sabinar
Sep 21, 2009 | Blog