La paleta de colores de Moratalla
La Región de Murcia sigue siendo, sorprendentemente, una joya por descubrir para muchos viajeros. Existe una creencia generalizada de que Murcia se limita a sus costas, donde se ubican destinos icónicos como La Manga, ignorando que la región ofrece un interior montañoso y rico en contrastes que fascina a quien lo visita. Además, se piensa erróneamente que sus inviernos son tan cálidos como sus tórridos veranos.
Una foto de El Sabinar justo después de la puesta de sol
Mucho más que sol y playa
Es vital desmentir este mito climático: en el interior de Murcia, y especialmente en la comarca del Noroeste, las condiciones cambian drásticamente. Las temperaturas son significativamente más frías, las heladas son comunes y la nieve cae prácticamente cada año. Este clima de alta montaña y el contraste térmico dan lugar a paisajes que nada tienen que ver con el litoral.
El nacimiento del pequeño río Alhárabe, que nace en el Sabinar
El espectáculo del otoño en Moratalla y sus tierras altas
El pueblo de Moratalla se encuentra a unos 800 metros de altitud, pero las zonas donde la naturaleza vive su auténtica metamorfosis otoñal se sitúan entre los 1.200 y 1.500 metros sobre el nivel del mar. En estas tierras altas, podrás observar el clásico proceso: las hojas de los árboles pasan gradualmente del verde vibrante a amarillos intensos y naranjas, antes de adquirir tonos marrones profundos y caer.
Los chopos a lo largo del río Alhárabe en el Sabinar
La danza del chopo y el agua
Los grandes protagonistas de esta belleza estacional son los chopos (álamos y, a veces, tilos). Dado que el resto de la región está dominado por pinares, estos árboles solo prosperan donde hay agua constante por ejemplo a lo largo de pequeños ríos o donde el suministro hídrico está garantizado.
Aunque aún no es invierno, a lo largo del río Alhárabe ya se pueden encontrar plantas cubiertas por el hielo
Un ejemplo perfecto es el recorrido junto al río Alhárabe, que nace en el pintoresco pueblo de El Sabinar. También las fuentes cercanas a Bajil, un pequeño caserío enclavado en un valle verde, sirven de arteria vital para estos árboles, asegurando que los colores otoñales de Moratalla se repitan año tras año.
Fuente de agua en Bajil
Oportunidades fotográficas únicas y turismo rural
Esta es una visita obligada para los amantes de la fotografía de naturaleza y el senderismo. La caída de la hoja sobre los caminos ofrece un escenario idílico para excursiones. Moratalla no solo es rica en paisajes, sino también en patrimonio cultural y tradición.
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Otoño en Bajil
